La localidad de Anisacate informó que derogó la resolución que imponía un pago extra a los vecinos por el mayor consumo de agua
Esta semana, se conoció la decisión de una localidad cordobesa, Valle de Anisacate, de comenzar a cobrar un cargo extraordinario de $2.000 mensuales a todos los vecinos que cuenten con piscinas en sus viviendas (de cemento, no de lona). Una tasa extra que estaba previsto que se extendiera durante los cuatro meses del verano, de diciembre de 2020 a marzo de 2021.
El presidente comunal Jorge Merlo (de Unión por Córdoba) había argumentado que decisión se tomaba como consecuencia de una “crisis hídrica” que se atravesaba la zona y para concientizar sobre el “consumo responsable del agua”. Sin embargo, pocos días después, las autoridades del municipio decidieron dar marca atrás con la polémica decisión. Las autoridades municipales no pueden crear nuevos impuestos, pero sí están habilitadas para aplicar tasas y cargos, de acuerdo a servicios que ofrecen.
Desde la oposición, según relataron varios medios locales, habían manifestado su rechazo a la medida, porque consideraron que solo tenía un objetivo recaudatorio y que el argumento de la crisis hídrica no era suficiente para cobrar esta tasa extraordinaria.
Pero finalmente Merlo tomó la decisión de derogar la medida. En diálogo con Cadena 3, el jefe comunal expresó que debido a la situación económica, no era el momento apropiado para tomar esta medida. Sin embargo, se acordó establecer medidores en los hogares con piletas para que los habitantes de cada vivienda deban pagar solo por el agua que consumen.
En esa localidad cordobesa, los habitantes deben pagar $770 por una cuota mensual del agua hasta los 12 metros cúbicos. En el caso que se excedan de esa cantidad, deben pagar $255 por cada metro cúbico que se agregue. Según destacaron desde medios cordobeses, existió un antecedente: a fines de 2012, la ciudad de General Deheza había aplicado una tasa a los habitantes que poseían piletas de material.